Cerrar capítulos.
Vamos a hablar de uno de los propósitos más recurrentes en las listas de fin de año. Es un juego de palabras que esta comprobado (no es cierto) que la mayoría de la población hace al referirse a una palabra u otra. Curiosamente es también la conclusión de esas pláticas interminables un fin de semana con amigos cuando se habla de la vida y los problemas…
¡Todo mundo habla de esto! Cerrar ciclos, dar vuelta a la página, «el inicio de algo nuevo»… como gusten llamarlo. Cerrar capítulos es como le digo yo.
Todos nos hemos visto en la situación de cerrar un capítulo, de dejar atrás algo o alguien que no funcionó y que es necesario olvidar para seguir adelante. La pregunta es ¿Por qué dejamos atrás las historias, personas o situaciones que casualmente son aquello que no nos deja pensar o respirar?
La mayoría de las veces queremos cerrar capítulos de situaciones que nos lastimaron o que nos hicieron muy felices pero que simplemente ya no están. Pueden haber muchas situaciones que ameriten cerrar un capítulo y cabe destacar que no soy un experto en el tema, sin embargo creo que la mayoría de las veces se debe a uno de los siguientes escenarios:
- Una situación que te hizo daño. Una historia en la que te viste envuelto de una forma en la que no había forma de salir ileso.
- Una situación que te esta causando dolor o resentimiento. Una historia en la que la última palabra dependía de ti y seguir no te deja pensar.
- Algo que te costó mucho tiempo y esfuerzo. Una historia a la que le dedicaste tanto que el cariño es inevitable, sin embargo las situaciones no se prestaron como tu esperabas.
Cerrar un capítulo es estar totalmente consciente que:
- Todo el tiempo que pediste que regresara, no va a volver.
- Que todo el dolor o cansancio que te causó esta situación, no se va a ir.
- Que todos los intentos por olvidar fracasaron.
Cerrar un capítulo es la decisión total de dar la vuelta a la página y comenzar a escribir un nuevo capítulo… No vamos solamente a terminar con un patrón, vamos a escribir una historia con todo lo que nos dejó el pasado, con la premisa de que si fuiste parte de un juego o «ciclo», esto no va a suceder otra vez.
La mejor forma de comenzar a escribir un nuevo capítulo es dejando de pensar en todo lo que vas a tener que pasar en el momento en que dejes esa historia atrás, esto es algo que simplemente va a pasar y no debes dedicarle tu tiempo. Piensa en todas las páginas que estas por escribir en este nuevo capítulo y ocúpate en hacerlo interesante.
Cerrar un capítulo duele, pero duele más escribir una historia donde ya no tienes el control.



