Yo no sé cuántos años tengo.
La verdad la edad siempre significó mucho, cuándo era chico quería ser grande, y cuando fui creciendo quise volver a ser niño. Se nos van los años volando y ni nos damos cuenta de que no aprovechamos alguna etapas. Cuando tenía 10 quería tener 12, a los 12 quería tener 15, a los 15 quería tener 18 y cuando iba a cumplir 18 ya se me hacían muchos años, muchas responsabilidades, quería regresar.
Yo no sé cuántos años tengo pues estoy seguro que un número no representa lo que he vivido. Pocos años pueden significar kilómetros de historias y aventuras y una larga vida puede ser como una isla en medio del mar, vacía y sin sentido. Los años son relativos a la frecuencia que les damos, no al tiempo que pasan entre nosotros.
Yo no sé cuántos años tengo pues ya no quise seguir contándolos. No los cuento pues hay veces en que me cuento las historias desde el principio, con esa vaga sensación de regresar, pero despierto y pienso en mis sueños, lo que me apasiona y lo mucho que falta por hacer. A veces crujen los huesos en el cansancio pero siempre articulan movimiento. Contamos para sentirnos y todos los días nos sentimos diferentes.
Yo no sé cuántos años tengo porque realmente ya no estoy seguro. Me la paso escribiendo líneas en mi libreta con la expectativa de cambiar de página, siempre pendiente a la siguiente página en blanco. Sin embargo también pierdo espacios haciendo dibujos, navego las olas de mi mente y se me va el reloj. Estamos tan seguros de que somos lo más apropiado pero por dentro seguimos siendo solamente nosotros.
De qué me sirve seguir contando los años, si mis años van en una escala diferente. Yo no sé cuántos años tengo, pues no sé si llegue el día en que me sienta de mi edad o si de pronto se esfumará de mi esa sensación que evoca el pasado o el futuro. Aunque sepa cuantos años tengo y todos los días cuenten un día más… No pasa el tiempo sin que yo me piense en una edad que no he podido definir, es decir, que solo corresponde conmigo. Entonces me di cuenta de los años que siento y que la edad es representativa a lo que estamos dispuestos a vivir… por eso yo no sé cuantos años tengo, sé los que siento… Los años no cuentan, se sienten.
 
		    				         
								        
								        
								       

